sábado, 29 de junio de 2013

lo que duele un hijo

Llevo toda la semana con mi peke malita, no baja de 39 de fiebre, está con su pequeña nariz completamente atascada, los ojos irritados, la barriga suelta por el antibiótico....vamos un poema.
Es por todo esto que me he visto tumbada en su cama, intentando consolarla sin mucho éxito, y me he puesto a pensar en una frase que me dijeron hace tiempo: hasta que no tengas un hijo no sabrás lo que duele.
Y creo que ya lo sé desde hace tiempo.
Cuando tienes un hijo ya hemos hablado muchas veces que te cambia la vida, la perspectiva que tienes de la vida, en fín, todo...pero hay un añadido y es ese dolor infinito que sientes ya no solo cuando tu hijo está enfermo, si no cuando le hacen el más mínimo desplante.
Un ejemplo claro es cuando llegas al parque y tu peke se acerca a un grupo de niños y le vuelven la espalda, o no le dejan coger la pala de arena que nadie estaba usando, en fín, son tonterías, pero alguien no ha sentido esto y le han entrado ganas de ir a por tu niña y decirles al resto cuatro cosas? Soy la única que se pelearía con un niño de 4 años porque le ha dado un empujón a tu peke en el tobogan y casi lo deja caer?
Y si ya nos ponemos en el caso de cuando enferman... es peor que si nos pusiesemos nosotros enfermos...Quien no ha pensado al ver a su peke llorar por estar malito, ojalá me lo pasara a mí y se quedara ella tranquila.
Pues sí que duele un hijo, duele de una forma que no había conocido nunca, conozco el dolor de un parto, conozco el dolor de regla, conozco el dolor de una caída, de una ruptura, de un desengaño, de una pérdida...pero nunca imaginé que el dolor por un hijo fuese tan intenso, tan desgarrador y tan frustrante como lo siento yo.
Frustrante porque lo estas viendo sufrir y no puedes hacer nada para aliviar su dolor. Una de las veces que fuimos a urgencias, había una madre con un peke quizá un poco menor que la mía. Parecían tener los mismo síntomas, y me comentó que tenían un primo con cancer apenas dos meses menor que el suyo que y claro, lo cogía todo y cuando pasaban los fines de semana juntos, su hijo siempre enfermaba también. Al principio me fastidió un poco la forma, yo diría fríbola, de la que hablaba del pekeño con cáncer, luego pensé que lo de mi peke no era nada comparado con lo de ese niño, y que si yo me sentía tan mal, creo que no tengo capacidad para imaginar cómo debes estar esos padres.
En fín, en cada rincón surge una historia que hace darte cuenta de que hay cosas mucho peores de las que te puedan suceder a tí.
Hoy sigue mi peke con su fiebre, pero sé que pasará en unos días. Para animarla, en cuestión de 10 minutos me he inventado una corona y una varita mágica, no pongo las fotos con los complementos puestos porque estaba como la traje al mundo, así que una vez despegadas de sus manos, les he hecho una foto, espero que os guste y dadles un beso con todo mi amor a todos vuestros pekes.


7 comentarios:

  1. ¡qué bonita la corona y la varita! pobre Noa, espero que se recupere pronto. Un beso muy grande!

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  2. Espero que se ponga buena pronto.Por cierto eres mi blogger del mes en unos momentos publicado

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  3. La peke mucho mejor! En cuanto le mandaron el antibiótico! Y vaya sorpresa!!!! Gracias anya! Necesitaba un empujóncito para comenzar la semana!!! Mil besos

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  4. Hola, espero que la peque esté mejor, y que la fiebre vaya desapareciendo. Nos inventamos miles de cosas, como madres, para tranquilizar y animar a nuestros pequeños.
    Besos

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  5. hola marta, ya está mejor, menos mal porque nunca había estado así de malita y estábamos muy preocupados! gracias y besos!

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  6. Me pareció ver a tu peque ayer por Sevilla Este, en su sillita llevada por una señora, puede ser? Yo volvía en coche de una sesión y me dio tanta alegría verla... Espero que esté mejor. Un besito de mi parte :)

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  7. andaaa, si, por la mañana, era mi madre, yo tenia clases con mis jubilados, jajaja nos hemos mudado! un beso y sí que está mejor!

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